Testimonio de participación al VII Seminario Internacional del Centro Kerigma
Actualmente desde las realidades que vivimos como Iglesia joven enfrentamos situaciones difíciles que acompañadas con la problemática venezolana pueden llegar a desalentar el caminar de fe de nuestra juventud, la desesperanza, la fragmentación, la falta de un proyecto de vida que pueda llegar a cumplirse y la salida de tanto talento humano del territorio nacional han intentado nublar la vista hacia ese Cristo misericordioso que nos sigue mirando con ojos de amor. La experiencia vivida durante este fin de semana en el Seminario “La Iglesia en salida” fue un bálsamo para afrontar esta realidad, encontrarse con una Iglesia Viva y Activa que desde casa logra conformar un cenáculo de Fe y Testimonio, es la más grande muestra del amor inmenso que la Trinidad Santa tiene con su pueblo.
Personalmente desde que me informaron que iba a participar este el Seminario tuve mucha expectativa, como decimos en mi país era muy chévere pensar en esa experiencia formativa con hermanos de todo el mundo y como coordinador del Área Sinodal me emocionaba mucho apreciar ese Caminar Juntos como una Sola Iglesia que traspasa los muros de sus hogares para afrontar con valentía ese llamado a ser Misión.
Desde el viernes con la presentación por parte del hermano Carlos Macías pude apreciar la entrega generosa, la fe y el profesionalismo dispuesto para realizar la actividad, aunque al principio tuve algunas dificultades con la conexión a la plataforma, pude participar en todo el programa pautado. Cada ponente desde su experiencia y testimonio impartió de forma acertada y muy actual las temáticas correspondientes, el uso didáctico de objetos comunes como unas botas deportivas, una vela, el pasaporte, la cruz, frutas o hasta un florero marcaron la diferencia, pero lo más resaltante fue lo Cristo Céntrico de cada ponente, siempre mostrándose como instrumentos del Espíritu Santo y no como los principales protagonistas.
Personalmente la ponencia que más me impacto fue la impartida por la hermana Clara Macías, desde que inicio con esta frase “Jesús quiso salvar al mundo con la locura de la Predicación” llamo totalmente mi atención y cuando enfatizo la importancia de preparar las Predicación bajo la luz de la oración, la reflexión, el estudio y la innovación pastoral, teniendo como hilo conductor el Kerigma, me hizo cuestionar a cerca de cómo estamos predicando, y no solo los sacerdotes, religiosas o religiosos sino nosotros mismo como laicos desde la realidad que vivimos, desde el servicio pastoral que tenemos y desde nuestra esencia humana; y de la necesidad de preparar lo que se va a predicar tendiendo cuidado con lo que decimos, a quien nos dirigimos, la necesidad de la audiencia y lo más importante dejando a un lado la pereza, la superficialidad y el protagonismo personal para centrar a Cristo como la fuente y culmen del mensaje evangelizador.
A ustedes en nombre de la delegación venezolana que participo en este VII Seminario muchas gracias por este hermoso servicio por el pueblo de Dios y por hacer y ser Iglesia en Salida, que la Trinidad Santa los bendiga y que nuestra Señora de Coromoto patrona de Venezuela sea siempre su guía y protectora de camino.
Yeison David Galviz Carrero
Coordinador del Área Sinodal del Programa Nacional Jóvenes y las Jornadas de la Pastoral Juvenil de Venezuela